lunes, 28 de noviembre de 2011

Características como: posibilidades de desarrollo, afectividad y sexualidad, y educación de un discapacitado psíquico.

Los nuevos avances científicos sobre las posibilidades de desarrollo del discapacitado mental
Aunque existen motivos de preocupación por lo que respecta a la capacidad actual de nuestra sociedad de acoger al discapacitado, también encontramos motivos de esperanza e impulso a la acción positiva en recientes desarrollos de los conocimientos médicos, neurológicos, pedagógicos y educativos en relación con los discapacitados.


 La ciencia neurológica ha puesto de relieve que en el cerebro, durante los primeros años de vida, las relaciones que serán responsables de muchas funciones importantes del cerebro, como las emociones, la memoria y el comportamiento, siguen desarrollándose.

Asimismo, diferentes estudios han demostrado que la comunicación no verbal entre el adulto  (por lo general, la madre; pero este papel puede ser asumido por cualquier adulto cercano al niño) y el niño mismo tiene un influjo importante en el desarrollo de esos procesos mentales. 

La afectividad y la sexualidad del discapacitado mental
El desarrollo de los conocimientos relativos a los discapacitados mentales pone de relieve otro aspecto positivo: no les resulta imposible desarrollar una auténtica vida afectiva y una vida sexual correspondiente a su capacidad relacional. A este respecto, hoy la mentalidad ha cambiado. 

La educación para la vida afectiva y sexual debe comenzar muy pronto en los discapacitados mentales, porque pasa a través del conocimiento de su propio cuerpo. La educación sexual de los niños discapacitados comienza con una educación para la vida de relación con los demás, para el respeto de las demás personas, de su intimidad y de su cuerpo.


Es importante enseñar a estos niños a tener disciplina en su comportamiento, a hacer opciones responsables. También es importante que los padres sepan escuchar a su hijo discapacitado para darle la oportunidad de expresarse con respecto a su deseo de una relación de amistad o de amor. Pero también es evidente que se le debe informar de los verdaderos límites que pone su discapacidad, más o menos grave, a un posible proyecto de matrimonio.

La educación del discapacitado mental
Así pues, siempre existe la posibilidad y la necesidad de educar a los hijos discapacitados mentales. Incluso en los casos graves, gracias al aliento que les da la ternura de los padres y al estímulo que les ofrece una familia atenta a ellos, los niños pueden desarrollarse en el ámbito psico-motor para adquirir un grado de autonomía.
A través del intercambio de miradas, la atención solícita prestada al niño y las caricias que expresan el afecto, en los primeros meses de vida comienza la futura integración del niño en la sociedad. 


Los medios de comunicación pueden influir de modo muy positivo en el desarrollo del niño discapacitado, facilitando su formación y su integración en la vida de familia y, luego, en la vida social. Sin embargo, la calidad de este influjo dependerá mucho del uso que se haga de estos medios en la familia. De hecho, si la familia no se acostumbra a seleccionar los programas, estos pueden tener efectos negativos sobre todos los miembros de la familia y especialmente sobre el discapacitado.

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