miércoles, 12 de octubre de 2011

El autoestima del discapacitado

Esta vez, el propósito de la siguiente noticia es, avanzando con respecto a la anterior, centrarnos en lo puramente psicológico del que sufre cualquier discapacidad. Y es que, independientemente de cualquier tipo de clasificación, nos podemos encontrar con un mismo tipo de angustia ante una cantidad inmensa de preguntas sin resolver:

Los sujetos con necesidades educativas especiales son aquellos alumnos que requieren unos esfuerzos y recursos específicos para conseguir que lleguen a conseguir las finalidades marcadas para el grupo. De esta manera establecen una clasificación atendiendo al tipo de minusvalía quedando los alumnos con problemas enmarcados en cuatro categorías:

 1.-Minusvalía psíquica: Dificultades de aprendizaje, deficiencias intelectuales o mentales.
 2.-Minusvalía sensorial: Visual o auditiva.
 3.-Minusvalía física: Motórica o fisiológica.
 4.-Síndrome asociado de torpeza motriz.

    Desde que un niño sufre una lesión medular, la vida le cambia radicalmente, tanto desde las expectativas que tenía sobre la misma, las amistades, intereses y preocupaciones, rutinas diarias...
    Esta persona pasa de una libertad plena a una libertad condicionada a la silla de ruedas ¿entrará la silla en los pasillos de mi casa o las de mis amigos? ¿tendrá la cafetería escalones que no me permitan bajar? ¿tendrá el cine un lugar para minusválidos motóricos en los que pueda colocarme? Todas estas y miles más son algunas de las angustiosas preguntas sin respuestas que en innumerables ocasiones han de realizarse.
    Si nos ponemos a pensar, verdaderamente a la hora de diseñar un establecimiento en general se olvida todo lo comentado, y si se hace es porque existe una normativa que obliga a tener unos requisitos mínimos.
    Pues bien, todos estos pequeños problemas son los que en un niño o adulto llegan a convertirse en grandes. Esta falta de autonomía repercute en la autoestima de la persona es decir " en el juicio sobre sí mismo o lo que es lo mismo su valía personal " (Damon y Hart, 1982).

2 comentarios:

  1. Conoces algún caso? Tienes alguna experiencia personal? No dejes de echar un vistazo al texto "Despertemos" en el blog de la asignatura

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  2. Muchas gracias por comentar en la entrada de "Despertemos". Es un comentario precioso y muy intenso. Sé que a Francis le gustará. Además, estoy deacuerdo con TODO lo que dices. Te contesto aquí porque en esa entrada quiero que sólo aparezcan vuestos comentarios, para que los pueda leer FRancis. Es pequeño homenaje. Aún no pierdo la esperanza de que más compañeros se animen a leer y comentar el texto. ¿Me ayudas?

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