lunes, 5 de diciembre de 2011

Mis profesores y sus formas de cambio

Fran y sus clases en las que “el cambio era imposible”
Nos encontramos en 2º de la E.S.O, grupo D; y en las clases de Educación Física, tenemos como profesor a Francisco.

Bien, sus clases eran monótonas, todo llevado al pie de la letra, y desde luego, los ejercicios los realizaban los alumnos, esos ejercicios que ya aparecían predeterminados sin modificación alguna. Y es que, en el momento en el que algo parecía que se salía de lo normal, este profesor, rápidamente intentaba que ello no pudiera producirse…

Me acuerdo perfectamente de una clase de bádminton, en la que como materiales, nos faltaba la goma que podría ponerse como red a fin de realizar la actividad en cuestión correctamente; daba igual, no se podría realizar otra actividad, debía ponerse cualquier utensilio, atarlo, unirlo, lo que fuera, pero esa actividad, y esa forma o manera en que debía producirse debía ser exactamente la misma.

Jaime: velocidad= 10 cambios/hora
Este profesor, Jaime, nuestro profesor, de 4º de E.S.O; era muy sorprendente sus formas de dar las clases, de hecho, parecía que diese tres o cuatro en una sola de ellas.

Al comienzo mostraba los contenidos a dar durante la sesión de Educación Física, quizás un calentamiento de 10 minutos, con la parte principal de la sesión y, esa vuelta a la calma, que pocas veces se producía.

El cambio suyo, y aquello que también provocaba a los alumnos era constante; recuerdo perfectamente una clase al final del curso, a punto de acabarlo, en la que comenzamos dando esos fundamentos propios de la acrogimnasia, cuando de repente, y sin previo aviso, nos encontramos hablando del cuadro, el sillín, el manillar…desde luego esas clases teórico/prácticas eran muy sorprendentes, así como la metodología del profesor, que pensaba en una modificación, en un cambio constante.

Gloria, siempre capaz de llegar a un consenso por medio del diálogo
2º de Bachiller, asignatura: Ciencias de la Tierra y el Mundo Contemporáneo; Gloria es ese tipo de profesora, con la que puedes hablar, dialogar, exponer tu opinión, pero si todo ello aparece con un planing.
Nuestra profesora, acudía siempre con su cuaderno, todo muy bien escrito, y desde luego, planificado…incluso era meticulosa con el tiempo establecido y los contenidos a dar en cada una de las clases.

Como ejemplo, puedo exponer, aquel día, que, estando hasta arriba de exámenes, trabajos, etc. decidimos acudir a ella para que pudiera cambiar el día del examen, que ya entonces habíamos puesto con dos semanas de anterioridad. Ella, estaba dispuesta a cambiar ese examen de lugar, siempre y cuando le expuesiésemos el porqué, y que seguiríamos ese mismo temario al pie de la letra. Entonces, sólo cambiaría ese día.



Éstos, son los ejemplos más claros que he sabido exponer, en primer lugar, de aquel profesor, quemado, que opina que el cambio es imposible. Seguidamente, con Jaime, en el que hay que cambiarlo todo, no existe otra opción; y, finalmente, con esta última profesora, en la que se muestra una completa planificación de los fundamentos y el concepto del cambio.

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